Método Feldenkrais

¿Qué es el Método Feldenkrais? 


El Método Feldenkrais usa el movimiento y la atención dirigida a la persona como vehículo para acceder al cerebro y a su capacidad para crear nuevas conexiones neuronales y nuevos patrones de movimiento. Feldenkrais utiliza el movimiento para acceder al sistema nervioso y encontrar los patrones más eficientes de acción, así como recuperar movilidad del cuerpo, refinar habilidades motrices y adquirir mayor vitalidad. 

A diferencia de técnicas como la yoga, Feldenkrais no trabaja a partir del esfuerzo muscular o de la flexibilidad, ni tiene un enfoque en el contacto muscular, como los masajes. En el caso de este método el énfasis está puesto en el movimiento del esqueleto mientras se practica la atención dirigida. La mayoría de las lecciones de Feldenkrais se realizan acostado sobre una colchoneta, aunque hay algunas lecciones que se efectúan de pie y en otras posiciones. 

Feldenkrais ayuda a las personas de todas las edades a superar dolores, limitaciones y a lograr un estado de bienestar y vitalidad física, mental y emocional. Feldenkrais no es una terapia ni sustituye un tratamiento médico, sino que es considerado un método educativo Modalidades 

El Método Feldenkrais cuenta con dos modalidades: 

la Autoconciencia a Través del Movimiento y la Integración Funcional

Las lecciones de Autoconciencia a Través del Movimiento son una serie de secuencias de movimiento guiadas en las que la gente es conducida de manera verbal, ya sea en grupos o individualmente. Existen más de mil lecciones, y éstas son realizadas de manera suave y gentil, usualmente acostados, o sentados (algunas de ellas se hacen de pie), con un énfasis en reducir el esfuerzo y desarrollar la autoconciencia. La atención del estudiante es dirigida por el practicante hacia áreas de sí mismo que pueden ser distintas a las que usualmente atiende, para dar lugar a una sensación más completa de lo que hace y de cómo lo hace. Los resultados son una mejor respiración, un incremento en el rango de movilidad, reducción del dolor, una mayor sensación de bienestar, y el sentirse más conectado con uno mismo. 



La segunda modalidad, llamada Integración Funcional, el practicante trabaja de manera individual con un alumno. El practicante usa sus manos para establecer con el alumno un diálogo a través del movimiento, y usa sus manos para realizar movimientos suaves, no invasivos y no dolorosos con el esqueleto y la musculatura del alumno. A partir de este contacto manual suave y preciso el alumno aprende a generar nuevas posibilidades de movimiento, desarrollando su potencial humano. El alumno aprende a hacer un uso más diverso, más completo y mejor organizado de sí mismo. Esta modalidad no es invasiva, brusca o dolorosa, el contacto es esqueletal y el alumno está completamente vestido. Las aplicaciones de esta modalidad van desde las dificultades ortopédicas y neurológicas a las necesidades de atletas profesionales, bailarines, actores, músicos, y todos los demás interesados que tienen el deseo de mejorar y crecer.

Origen texto: wikipedia

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